domingo, 8 de marzo de 2015

SIN LA MUJER TRABAJADORA NO HAY UNIVERSIDAD PÚBLICA

Con motivo de la celebración del día de la mujer trabajadora, este 8 de marzo desde el Bloque Estudiantil de Somosaguas queremos denunciar la explotación y las problemáticas concretas a todos los niveles que sufrimos la mujer trabajadora en nuestras facultades.

Denunciamos la sobrecarga de trabajo a la que se ven sometidas las compañeras de la limpieza; que tienen que encargarse de limpiar la ingente cantidad de basura que se deja a diario en el pasillo, pintadas en los lavabos, etc. además de lo propio de sus empleos ya de por sí sobrecargados ante la negativa de la empresa de contratar el personal necesario. Hacemos un llamamiento al conjunto del estudiantado a tomar conciencia de la situación que esto genera sobre las compañeras y tratar de ensuciar lo menos posible la facultad para hacer su labor lo más llevadera posible.

Denunciamos el trato vejatorio que sufren las compañeras que trabajan en la reprografía de la facultad de ciencias políticas y sociología por parte de algunos profesores, quienes minusvaloran su labor llegándose incluso a extremos de desprecio personal y de violencia verbal. Estas actitudes propias de déspotas no van a ser toleradas bajo ningún concepto.

Denunciamos las situaciones de acoso sexual que sufrimos el conjunto de las mujeres en la universidad. No es comprensible como pueden seguir ejerciendo la docencia aquellos profesores que han sido denunciados por actitudes machistas y acoso, llegándose a extremos infames como intentos de agresiones sexuales sobre compañeras aprovechando situaciones donde la alumna y el profesor nos encontramos a solas. Esto es algo que no solo sufrimos las estudiantes, sino que nos afecta a todas las mujeres de la facultad y que no solo se produce por parte de profesores, sino también de alumnos. La misoginia y el machismo es una constante que debe ser erradicada de nuestras facultades.

Todas estas cuestiones han sido puestas en conocimiento de las autoridades universitarias en diversas ocasiones, quienes siempre han asegurado que se estaba trabajando en poner unas soluciones que jamás llegan. No podemos hablar de universidad pública cuando la mitad de la comunidad universitaria, además de sufrir problemáticas estructurales comunes al conjunto de la clase trabajadora como la explotación laboral o las expulsiones académicas por motivos económicos, tenemos que sufrir un trato machista, denigrante y discriminatorio por nuestra condición de mujeres. Sin nosotras no hay universidad pública.

SIN LA MUJER TRABAJADORA, 
NO HAY UNIVERSIDAD PÚBLICA


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