El presente comunicado se escribe como reacción a una serie de actos de
vandalismo ocurridos a lo largo de este curso en la facultad de CCPP y Sociología de la UCM -concretamente
cada vez que hay una fiesta- al local del Bloque Estudiantil
de Somosaguas, espacio compartido, por cierto, con la asociación Primero de Mayo. Dichas
actuaciones abarcan desde cerraduras forzadas, cristaleras pintarrajeadas o destrozos en el interior del local, todas ellas carentes de ningún tipo de trasfondo que las
sustente y con un claro carácter político: son consecuencia de unas supuestas actitudes machistas ligadas a nuestra asociación,
que son utilizadas para atacar a nuestra organización
estudiantil en su conjunto. Bien, pues
ya poniéndonos
serias, nosotras, como mujeres organizadas en el BES, tenemos algo que decir al
respecto:
En primer lugar, queremos señalar que estamos hartas de escuchar cómo se nos tacha de ser,
textualmente, “secretarias
del BES”.
¿Esa
denominación
no es, en sí,
machista?. Además, existe por parte de ciertos sectores un cuestionamiento
constante a nuestras capacidades, en tanto que “estamos organizadas en una asociación de machistas”. Entonces, ¿está afirmación vuestra quiere decir que
nosotras, mujeres activistas, no somos lo suficientemente capaces de tomar la
decisión
política
de dónde,
cómo
y con quién
organizarnos?
En segundo lugar, manifestamos abiertamente que, teniendo
en cuenta a todas y cada una de las personas hoy por hoy organizadas en el BES,
no nos hemos sentido ni agredidas, ni acosadas, ni invisibilizadas, y que
trabajamos diariamente porque la lucha feminista sea primordial en nuestra
asociación.
Por último, nos declaramos conscientes de la opresión de la mujer por el
patriarcado y las dificultades frente al hombre que ello supone en todos los ámbitos de la sociedad, y en
concreto en el que ahora nos atañe, el ámbito político. Consideramos pues estas falsas acusaciones como un
hecho gravísimo
que no tiene cabida en la lucha feminista. Así pues, reiteramos, nos posicionamos en defensa del proyecto
político
en el que trabajamos y defendemos el papel que en él representamos.
Sirva como ejemplo de las descalificaciones constantes que sufrimos, el calificativo que apareció escrito tras el último asalto al local en un cartel en el que se le felicitaba el cumpleaños a una compañera del BES.
Mujeres organizadas en el BES.
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